Kiko Olivas sigue apurando fases en su proceso de recuperación y, paulatinamente, se acerca a la luz al final del túnel, aún lejana en virtud de los plazos inicialmente marcados cuando pasó por el quirófano el pasado 31 de julio a causa de la grave lesión sufrida en su rodilla izquierda.
Casi cuatro meses después, el central malagueño acumula buenas sensaciones, gana movilidad y, mimado por los servicios médicos del Club, ha comenzado a trabajar en la arena junto al readaptador de la primera plantilla, Raúl Zarzuela.